Los Estados Miembros de la UNESCO presentaron en la Conferencia General realizada en París un texto no vinculante con recomendaciones tendientes a generar un marco ético para el uso de inteligencia artificial (IA).
Entre otras cuestiones, el documento hace referencia al peligro de que la IA favorezca el aumento de los prejuicios de género y étnicos, las amenazas contra la privacidad, la dignidad y la capacidad de acción y la vigilancia masiva
Lo que se pretende es que, sin desaprovechar sus ventajas, se reduzcan los riesgos, garantizando que las transformaciones digitales promuevan los derechos humanos y contribuyan a la consecución de los objetivos de desarrollo sostenible, teniendo en cuenta cuestiones relativas a la transparencia, la rendición de cuentas y la privacidad.
A tal fin, la recomendación pide que se actúe más allá de lo que hacen las empresas tecnológicas y los gobiernos para garantizar a las personas una mayor protección de sus datos personales, que se prohíba el uso de sistema de IA para la calificación social y la vigilancia masiva, y que se permita que las personas puedan acceder a sus registros de datos personales e incluso borrarlos.
Finalmente, se sugieren acciones para mejorar la protección de los datos y el conocimiento y derecho de las personas a controlar sus propios datos, se pide que se aumente la capacidad de los organismos reguladores para hacer cumplir las normas que protegen los datos personales y aboga para que los Estados Miembros tengan en cuenta que la responsabilidad última y la rendición de cuentas siempre deben recaer en los seres humanos y que no se debe otorgar personalidad jurídica a las tecnologías de IA por sí mismas.